Muchos viajeros que nos
encontramos nos lo decían: "Myanmar es el país que no os
podéis perder, pero el más caro y difícil de organizar". Así
fueron los preparativos y nuestra llegada a Yangón.
Desde este año, 2013, es
posible cruzar a Myanmar desde Tailandia por los pasos fronterizos y
hemos leído algunos blogs que así lo han hecho. Nosotros encontramos
un vuelo Bangkok – Yangón por 40€. Hay que obtener el visado de
28 días por adelantado. Aquí lo explicamos con detalle.
Myanmar se abre más
al turismo cada día, por lo que los cambios son continuos y
cualquier guía impresa la consideramos insuficiente. Los precios del
año próximo habrán variado y se abrirán muchos hoteles,
restaurantes y agencias que ahora no existen. Por ello, tras viajar a Camboya, nos tomamos un tiempo de preparación del
viaje en Bangkok. La forma en que obtuvimos esa información inicial
fue consultando blogs actualizados, wikitravel y los foros de
lonelyplanet y tripadvisor. En esta entrada explicamos la situación de Myanmar actualizada.
Entrada completa en PDF, para llevarla en tu smartphone o tablet.
Solo desde hace dos años
tienen wifi en los alojamientos de Myanmar, y la conexión que hay
ahora es tan lenta que es imposible buscar información del viaje
sobre la marcha. Así que nos descargamos toda la información que
pudiésemos necesitar en pdf y así es como vamos viendo qué haremos
en cada sitio. Aquí dejamos más información actualizada de Myanmar.
DESCARGAS
Salida
de Bangkok
En
estos días moverse por Bangkok es lento por las protestas que
bloquean muchas calles, así que salimos 6 horas antes. Teníamos
todo el día para ir hasta el aeropuerto, pues nuestro vuelo salía
por la tarde. Y menos mal que salimos con tiempo, pues nos
equivocamos de aeropuerto: nos subimos en un taxi por 110 bahts
hasta la parada del skytrain Phaya Thai. Desde allí por 45 bahts nos
bajamos en la última parada en el Suvarnabhumi Airport, pero no era
ese aeropuerto, sino el de Dong Muong (donde opera Air Asia).
Agobiados,
nos subimos en el shuttle bus hasta el aeropuerto Dong Muong. Veíamos
que se acercaba la hora y había muchísimo tráfico, pero finalmente
llegamos justo a tiempo para facturar.
Llegada a Yangón
El trayecto Bangkok –
Yangón es muy corto, y parece menos tras adelantar el reloj treinta
minutos respecto a la hora de Tailandia. Poco después de despegar
nos dieron el formulario para cumplimentar (bastante largo) donde nos
pedían datos del pasaporte, del vuelo, laborales, dirección en
España, domicilio en Myanmar (pusimos el hotel de la primera noche)
y otro formulario para el control de aduanas (por si se lleva algo
que declarar).
El aeropuerto de Yangón
es pequeño y moderno, en sus monitores solamente había 7 vuelos en
total programados, entre llegadas y salidas. El control de pasaportes
es sencillo y no nos pusieron ningún inconveniente, pero la cola va
muy lenta. Tras el control y recogida de equipaje hay dos cajeros
(dan kyats) y oficinas de cambio. Ver esta entrada para saber más sobre el dinero en Myanmar.
Habíamos leído, y así
lo hicimos, que convenía reservar habitación en Yangón para la
primera noche, puesto que iríamos directamente hacia el norte y
dejaríamos la visita a Yangón para el regreso, antes de dejar el
país.
Como al día siguiente íbamos a Bago, nos interesaba un hotel lo más cercano posible al
aeropuerto y a la Aung Mingalar Bus Terminal. Decidimos reservar por
Agoda en el Aung Tha Pyay Hotel 2 por 30$. Habitación doble muy
buena, agua caliente, desayuno (escaso), aire acondicionado, TV, wifi
y picking gratuito del aeropuerto, que si no habría costado 10$. Eso
sí, antes de dormir estuvimos de cacería de mosquitos un buen rato.
Primeras horas en
Myanmar
Desde el momento en que
llegamos por la noche al aeropuerto de Yangón nos dimos cuenta que,
sí estábamos en otro país budista del sudeste asiático, pero aquí
era todo diferente ("same same, but different"). La gente
no es igual en Myanmar que en el resto de Asia, lo vimos en su
carácter extremadamente agradable, su vestimenta, sus costumbres tan
tradicionales y, sobre todo, nos impactó el contraste entre estar en
el siglo XXI y respetar su cultura anterior intacta.
El trayecto en coche
hasta el hotel ya fue surrealista, un coche muy pequeño y ¡los tres
del hotel que vinieron a recogernos se sentaron en los asientos
delanteros! Luego, al llegar al hotel vinieron a recibirnos unos
siete chavales, todos sin dejar de prestar atención a lo que
hacíamos. Todos con sus dientes rojos del betel y sus longyis (falda
típica).
Por la mañana, tras una
noche de escaso sueño, pues los monjes en el monasterio próximo no
dejaron de rezar, seguiríamos la ruta de 26 días hacia el norte de
Myanmar.
Llegamos a Myanmar el
25 de diciembre de 2013
Entrada completa en PDF, para llevarla en tu smartphone o tablet.
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