Chan Chan y Huaca de la Luna. Trujillo, Perú

No nos gustó especialmente Trujillo pero en el recorrido que estamos trazando por Sudamérica, no podía faltar una visita a Chan Chan y la Huaca de la Luna, así que, con una peculiar experiencia couchsurfing, nos quedamos dos días en la tercera ciudad más poblada del Perú.




Seguimos hacia el sur por la costa peruana. Así llegamos a Trujillo, una grandísima ciudad de casi 800.000 habitantes en la que teníamos interés por visitar la Huaca del Sol y la Huaca de la Luna y Chan Chan.

Trujillo antes de ser ocupada por los españoles fue territorio de diversas culturas como culturas como la Cupisnique, la Moche o la Chimú. Más tarde, la primera fundación de la ciudad fue en diciembre de 1534, cuando Diego de Almagro la denominó Villa de Trujillo, en homenaje al lugar de nacimiento de Francisco Pizarro. Unos meses después en marzo de 1535, el mismo Pizarro hace oficial esa primera fundación y la oficializa, fijando el nombre de Trujillo de Nueva Castilla. También tiene importancia histórica Trujillo por la revuelta popular ocurrida en la ciudad en 1932, conocida como la Revolución de Trujillo.




Huaca de la Luna (y el Sol) y Chan Chan en un día

Huaca de la Luna y Huaca del Sol
Las Huaca del Sol y la Huaca de la Luna se encuentran a unos 5 kilómetros de Trujillo. Es un complejo arqueológico formado por estas dos huacas y una ciudad entre ambas, que fue capital de la cultura Mochica (siglo I a IX).

Solamente se puede visitar la Huaca de la Luna, pues la del Sol no ha sido excavada hasta la fecha. Visto de lejos, antes de ser descubierto, debía ser complicado reconocer que esos dos montículos de arena fueron estas dos famosas Huacas, pues con el paso de los años el adobe se fue deteriorando. Para hacernos una idea del tamaño de la Huaca, su base cuadrada mide 87 metros de lado y 21 metros de alto.



El lugar es muy interesante, pero más por la historia que encierra que por el lugar en sí mismo. También hay que tener en cuenta que los Mochica extendían las Huacas hacia arriba, construyendo cada período una nueva plataforma, sobre la anterior. Por eso, para mostrar el nivel más profundo debe excavarse el anterior y cuesta imaginarse cómo debió ser cada plataforma.

La Huaca de la Luna fue lugar de celebraciones religiosas y culto, como sacrificios de guerreros para hacer llorar a los dioses (y que les trajeran agua). Por todo el interior, en las diferentes plataformas se observan pinturas morales al dios moche Ai apaec.




En cambio la Huaca del Sol fue un edificio para uso administrativo y político de la cultura Mochica. Fue más grande que la de la Luna, con 223 metros por 136 de base y 43 de altura. Pero su estado de conservación es todavía peor, pues con el fin de saquearla, se desvió el curso del río Moche para que el agua arrasara su estructura de adobe.

Entre ambas huacas se encuentra el núcleo urbano compuesto por grandes avenidas, viviendas, callejuelas, plazas y corredores. Se puede afirmar que esta cultura tuvo una alta organización social, política, religiosa y económica. Cuando estuvimos en noviembre de 2014, estaban investigando y excavando la zona de la ciudad.

Nos habían avisado que la zona próxima a la Huaca del Sol y de la Luna es peligrosa. Nosotros llegamos poco después de la hora de apertura (las 10am) y no tuvimos ningún problema. La entrada a la Huaca de la Luna cuesta 10 soles. Al museo, donde se explica la historia y se exponen los objetos encontrados en las excavaciones de la Huaca, cuesta 3 soles.


Chan Chan
El imperio Chimú se desarrolló entre los siglos XI y XIII, en la zona costera de Perú, en las regiones que antes habían habitado los mochica. Su principal núcleo urbano y capital del Reino fue Chan Chan, de nueve ciudadelas o ciudades amuralladas en su interior. En total ocupa unos 20 km2 de superficie, que le hacen ser la ciudad de barro más grande del mundo, aunque solo una parte, la que está restaurada, tiene interés para el visitante. Se trata del Palacio Nik An, que entre sus murallas esconde patios, casas, plazas y plataformas funerarias.



Era una sociedad separada por clases sociales y según ésta, residían en un lugar u otro de Chan Chan. En ella, los diez gobernadores de los chimúes, que eran asemejados a dioses, vivían en el Palacio Nik An. Alrededor del 1470 los incas acabaron con los chimúes.

Chan Chan fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 e incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro poco después, en el mismo año. Para su construcción se usaron materiales de la región; las estructuras fueron de piedra, y sobre ésta gruesos muros de adobe.

No podemos decir que nos gustara Chan Chan, pero es un sitio que hay que visitar para comprender mejor la cultura precolombina. Tampoco es un lugar atractivo para visitar pues, aunque esté algo restaurado, no dejan de ser ruinas de adobe. En cualquier caso, es recomendable leer información del lugar antes de ir para después, in situ, hacerte una recreación mental mejor del lugar.

Por otra parte no hay suficientes paneles informativos y puede ser aconsejable contratar un guía por 35 soles (a repartir entre el grupo). Solo te puedes hacer una idea de la majestuosidad de lo que hubo pues, salvo algunas partes que están rehabilitadas, lo demás son muros de adobe que han sido reconstruidos a posteriori.

La entrada a Chan Chan cuesta 10 soles (5 estudiantes). Con la misma entrada se puede visitar además el Museo y las Huacas Esmeralda y Arco Iris (o Huacadel Dragón). También se puede pagar una visita guiada y compartir el coste con más personas.





Cómo ir en un mismo día a la Huaca de la Luna y a Chan Chan
Se puede ir en transporte público (combi) a los dos sitios arqueológicos. No olvides llevar crema solar, gorra y agua!

Las combis para ambos lugares salen de la Avenida de los Incas, junto al Mercado Mayorista. Nosotros fuimos primero a la Huaca de la Luna y regresamos al Mercado Mayorista. Luego a Chan Chan y vuelta al Mercado Mayorista. Cuesta un sol por cada trayecto.

La combi para la Huaca de la Luna te deja en el parking donde está la taquilla (boletería). De ahí hay que caminar hasta la Huaca de la Luna. El museo, sin embargo, queda cerca de la taquilla.

Chan Chan se encuentra en un desvío de la carretera que va a Huanchaco, a unos 6,5 kilómetros de Trujillo. Luego hay que caminar unos 15 minutos, ya entre ruinas de adobe, hasta la entrada del Parque Arqueológico.

Otra opción, después de visitar el sitio arqueológico es tomar otra combi que siga hasta Huanchaco. Éste es un distrito más tranquilo, un balneario (lugar de playa) habitual para los trujillanos. Lo más típico es visitar la playa donde pescan en caballitos de totora o contratar un paseo en uno de estos barcos típicos y después almorzar en uno de los restaurantes turísticos del malecón el famoso ceviche. Nosotros no fuimos.

En los dos días que estuvimos en Trujillo, además de visitar las Huacas y Chan Chan, tuvimos tiempo para pasear por el centro histórico. Lo más destacado, como en casi todas las ciudades de Sudamérica: la Plaza de Armas. Y en ella, bonitos edificos como la Catedral de Santa María. Y, como también es habitual, una calle peatonal con mucho movimiento, en el caso de Trujillo, el Jirón Pizarro.

Con más días en Trujillo hubiéramos visitado otros lugares como la Huaca el Brujo o hubiéramos ido de excursión al sitio arqueológico Chavín de Huantar.



Alojamiento
Nos quedamos con Couchsurfing. De habernos quedado en algún hostel, nos habían recomendado en Huanchaco, más que en Trujillo.

Comidas
Cenamos en casa de nuestro host de couchsurfing. Para desayunar y almorzar sin gluten: chicharrón, mote, jugos, tamales, humitas, huevos de codorniz se encuentran en el Mercado Mayorista y alrededores.

Otra información
  • Habíamos leído que Trujillo es una de las ciudades más peligrosas de Perú. No tuvimos ningún problema y tratamos de visitar todos los lugares durante el día, pero varias veces por la calle nos dijeron que tuviéramos cuidado que por esta y aquélla zona suelen robar.
  • Como en otras ciudades, fuimos a iPeru para que nos informaran bien de los lugares que queríamos visitar. Hay una oficina en la Plaza de Armas.

¿Cómo llegamos a Trujillo?
  • Autobús Chiclayo – Trujillo. Fuimos con la compañía Emtrafesa. 14 soles. Dos horas.
  • Una vez en Trujillo, hay combis a prácticamente cualquier parte de la ciudad, por un sol.

RESUMEN DE GASTOS (media diaria por persona)
Alojamiento: Gratis. Nos quedamos con couchsurfing
Comida y bebida: 19,50 soles (5,34€)

Estuvimos en Trujillo el 12 y 13 de noviembre de 2014


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