Habíamos visitado
Bangkok y planificado
nuestros siguientes días en Tailandia. Para el siguiente destino
dudamos si ir al mercado flotante
de Damnoen Saduak, a
unos 100 kilómetros de Bangkok, pues sabíamos que era muy
turístico. Decidimos ir, pero evitando a los turistas. Fuimos los
primeros visitantes del día y así pudimos apreciar realmente cómo
es este mercado sobre el agua.
El rey Rama IV ordenó
construir la red de canales en Damnoen Saduak en 1866. Las tierras de
la región son muy fértiles y su producción se transporta por los
canales hasta el mercado flotante, donde venden sus productos
directamente desde las barcas.
El mercado flotante de Damnoen Saduak es uno de los lugares más
visitados de Bangkok y es incluido en los packs turísticos de las agencias. Los locales
tratan de sacar partido de ello en todo momento. El pueblo en sí es
una calle con algunas tiendas (hay un 7-Eleven) y una carretera
perpendicular a ésta hacia el mercado flotante. A lo largo de esta
carretera hay numerosos carteles indicando que por ahí se va al
mercado flotante. No es cierto, en esos puntos paran los bus
turísticos y montan a los turistas en barcas rápidas por canales
que llevan hasta los canales donde tiene lugar el mercado. Luego los
suben en otra barca y los pasean de un puesto de souvenirs a otro.
Esto sucede después de las 8:30 y conforme avanza la mañana hay más
barcos de turistas que de vendedores. Por supuesto, les han cobrado
el desplazamiento hasta Damnoen Saduak, la barca rápida hasta el
mercado y la barca por el mercado, con el único fin de llevarlos a
las barca-tiendas de recuerdos.
Eso para nada es el mercado flotante que queríamos ver. Para evitarlo, debíamos madrugar y adelantarnos a las masas de turistas. Nos desplazamos el día antes y pasamos una noche en Damnoen Saduak.
¿Cómo llegamos?
- taxi Khao San Road – Bangkok Southern Bus Station (Sai Tai Mai). 100B (2,49€).
- Bus local número 78 hacia Damnoen Saduak. 73B (1,78€).
El bus nos dejó en uno
de los parkings donde estacionan los autobuses de las excursiones
organizadas. Ya aquí la revisora del bus público 78 trató de sacar
comisión pensando que visitaríamos el mercado de la forma turística
habitual en ese momento.
A la mañana siguiente a
las 6:15 salimos del hotel y caminamos los 2 kilómetros hacia el
mercado flotante. Primero por la carretera principal, y después a la
derecha, todo recto hasta que vimos un cartel enorme rojo hacia la
derecha. Cuidado pues hay otros muchos antes que son solo reclamos
para el turista. Al fondo de la calle estaba el río y hay un pequeño
camino justo al lado que lleva hasta los canales donde se desarrolla
el mercado.
A esa hora de la mañana
da gusto pasear por los canales que conforman el mercado flotante.
Por supuesto, rechazamos toda oferta de alquilar una barquita, pues
preferimos verlo a pie, parándonos en lo que nos más nos
interesaba.
Los monjes navegan con
sus minúsculas barcas acercándose a otras esperando recibir
ofrendas a cambio de una bendición. Cada barca-tienda ofrece
diferentes productos, verduras, carnes, pescado, flores, fritos,
postres, comida... Los habitantes de la zona se acercan con su barca
por los canales hasta el mercado muy temprano para hacer la compra.
Más tarde, sobre las 8:00 empiezan a montar las barcas de souvenirs.
A esa hora ya estábamos caminando por la carretera de regreso al
hotel muy contentos con lo que habíamos visto.
Alojamiento
Nos quedamos en uno de
los dos hoteles que hay en el pueblo. Se llama Knock-Knock Hotel o
Little Bird (tiene dos nombres). Para llegar, desde la oficina de
información turística (no saben inglés) hay que seguir caminando
por el lado izquierdo de la carretera y subir el puente, luego al
bajarlo, está al final de la segunda calle a la izquierda.
Es un hotel destartalado
distribuido alrededor de una placita. Parece
que también alquilan trasteros y aparcamientos en la planta baja. Es
muy antiguo, pero está muy limpio. Los pasillos son muy anchos y
creo que éramos los únicos esa noche. Daba un poco de miedo. La
habitación, muy grande y con cuarto de baño. Sin wifi. Con TV.
Habitación doble por 220B (5,36€). También intentaron vendernos
la visita turística al mercado para la mañana siguiente.
Comidas
Al salir del hotel, al
otro lado de la carretera principal, cruzando por debajo del puente
hay un 7-Eleven y puestos de comida local. Al inicio de la carretera
que lleva al mercado hay otros puestos de comida local y otra tienda
tipo 7-Eleven. En esa carretera, por la mañana, desayunamos en una
de las tiendecillas que venden Red Thai Tea.
RESUMEN DE GASTOS (media diaria por persona)
Alojamiento: 110B (2,68€)
Comida y agua: 165B (4,03€)
TOTAL: 275B (6,71€)
Estuvimos en
Damnoen Saduak del 5 al 6 de septiembre de 2013
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