Myanmar es un país
anclado en sus tradiciones y el de mayor arraigo a la religión
budista que hemos visitado. Han pasado pocos años desde que se abrió
al turismo y en la actualidad los conflictos han remitido. Es por
esto que, todo viajero que quiera vivir realmente la experiencia de
este país debería hacerlo cuanto antes.
Para hacerse a la idea de
cómo es Myanmar: en la acera de nuestro hotel, en Bago. Un
birmano de unos 20 años, vestido con su falda longyi, sonriente, con los dientes negros cuelga su teléfono Samsung,
último modelo, y escupe un enorme gargajo rojo de betel antes de
subirse a un tuctuc. Allí, le hacen hueco varias mujeres, todas con
thanaka en la cara, y dos jóvenes monjes con su túnica azafrán.
Si se ha visitado Laos,
la sensación de los primeros días es similar. Pero aquí, a pesar
del régimen que ha oprimido a sus habitantes, éstos son los más
agradables y atentos que hemos visto nunca.
Myanmar se abre más al
turismo cada día, por lo que los cambios son continuos y cualquier
guía impresa la consideramos insuficiente. Los precios del año
próximo habrán variado y se abrirán nuevos hoteles, restaurantes y
agencias que ahora no existen. Si se quiere visitar Myanmar debería
ser antes que la llegada masiva de turistas cambie el país.
El turismo está
favoreciendo el desarrollo del país, aunque también enriqueciendo a
la Junta Militar, sin embargo, tanta cultura extranjera acabará
alterando la esencia que todavía conserva Myanmar.
Con tanto cambio, antes
de viajar a Myanmar necesitamos un tiempo de preparación del viaje.
La forma en que obtuvimos esa información inicial fue consultando
blogs actualizados, wikitravel y los foros de lonelyplanet y
tripadvisor. Ahora, la contrastamos con nuestra experiencia y la
detallamos aquí:
Dinero. Desmitificando
que es un país excesivamente caro.
Es cierto que los precios
del turismo se han disparado y continúan subiendo sin control,
potenciado este hecho por la intervención del gobierno que se queda con
gran parte de los ingresos del turismo. Donde más se nota esto es en
el alojamiento. Sin embargo, las comidas sí que siguen siendo
baratas, sobre todo si se eligen sitios de comida local. Hemos notado
muchas veces que los sitios recomendados por las guías han subido
muchísimo sus precios.
En cualquier caso, tras
meses de viaje lowcost, hemos notado que todo es más caro, pero no
hasta el punto que nos lo habíamos imaginado y que nos habían
contado. Así, lo consideramos a un nivel de precios similar a
Malasia. En 26 días en Myanmar, hemos gastado 385€ cada uno, incluyendo todos los gastos y visado, excepto los vuelos de llegada y salida,
En la fecha de nuestro
viaje: diciembre 2013 – enero 2014 hemos visto cajeros (ATM) en la
mayoría de ciudades. Alertados por lo que leímos nos trajimos gran
cantidad de dólares, pero la realidad es que se puede sacar dinero
aquí y pagar la mayoría de las cosas en kyats.
A diferencia de Camboya,
aunque la referencia en Myanmar es también el dólar, los cajeros
dan kyats. Nosotros sacamos también kyats en el aeropuerto de Yangón
(máximo 300.000 kyats, con una comisión fija por operación de
5.000 kyats).
Sin embargo, sí que hay
que llevar dólares pues las entradas controladas por el gobierno
(como en Bagan e Inle) se pagan en dólares y puede que algún hotel
también los pida. Nosotros
veníamos de Camboya, y allí los ATM dan dólares, así que
aprovechamos para sacar sin comisión todo lo que creímos que necesitaríamos en Myanmar.
Si se necesitan kyats y
solo tenemos dólares, se pueden cambiar a un tipo de
cambio muy bueno en los bancos y algo peor en algunas tiendas. Mejor
tipo para billetes grandes (100$).
Advierten que al cambiar
en tiendas pueden dar billetes falsos. Hay billetes de kyats de dos
tamaños y la misma impresión. Los más grandes son los más
antiguos, pero son igual de válidos.
Hace algunos años solo
se aceptaban billetes de dólares en perfecto estado y sin doblar. A
nosotros solo nos los pidieron así al pagar en el hotel de Yangón.
Según nos dijeron había
que pagar 10$ de tasa al salir del aeropuerto. Nosotros pasamos el
control y nadie nos pidió pagar nada.
Móviles y wifi
Los operadores
extranjeros no tienen acuerdos de roaming aquí, así que la tarjeta
SIM de tu país es inservible. Si quieres una tarjeta SIM, puedes
comprarla por unos 100$ y, según nos dijeron luego se puede
revender. Hace dos años eran todavía más caras: 2.000$, de modo
que solamente algunos podían permitirse tener móvil. Según este artículo, solo el 4% de la población tenía un teléfono móvil en 2012.
Nos mostraron móviles
con internet, pero nada de 3G, con lo que la conexión es
horriblemente lenta. Curiosamente los móviles no son tan caros y
vimos muchos Samsung y Huawei de última generación. Están abriendo
tiendas en muchas calles de todas las ciudades que
estuvimos.
Solo desde hace dos años
han ido instalando wifi en los hoteles, pero va tan lento que
solamente puede servir para consultar el e-mail y poco más.
Hoteles
Por lo general, son muy
básicos y antiguos y tienen el desayuno incluido. Los precios se han
disparado, especialmente en temporada alta. Las habitaciones
disponibles no son muchas y de ello se aprovechan los hoteles
pidiendo por las habitaciones más de doble que el año anterior.
Mientras haya turistas que lo paguen, seguirán subiendo.
No es útil reservar por
teléfono, pues no suelen hablar inglés y por defecto su respuesta
es "sorry full". Los pocos alojamientos que tienen email no
se complican y dan el precio de la habitación más cara o
directamente dicen que están full. También lo intentamos por Agoda
y Booking en varias ciudades y aquí sí hay algunas habitaciones
disponibles en varias ciudades, pero a precios desorbitados. Sí que
reservamos para la primera noche en Yangón que llegábamos muy
tarde.
Bajo nuestra opinión, lo mejor es establecer la ruta por adelantado y reservar la primera noche en Yangón. En el resto de ciudades ir sin reservar e intentar llegar lo antes posible por la mañana para tener más opciones de encontrar algo barato. De este modo, conseguimos habitaciones básicas a precios no muy diferentes a lo que habíamos leído que costaban el año anterior.
Si se visita Yangón hay
menos opciones baratas y con disponibilidad. La mayoría van a los
que vienen en las guías, pero se aprovechan de ello y suben el
precio muchísimo. Además, son los que se llenan antes. Mejor hacer
una búsqueda en google y mirar en blogs de viajes como el nuestro.
Como ya hemos comentado,
los locales tienen prohibido alojar a extranjeros en su domicilio,
así intentar hacer Couchsurfing es prácticamente imposible, pues
solamente está permitido en casa de algún extranjero que viva en
Myanmar. Además, no todos los hoteles tienen permitido alojar
extranjeros, para ello necesitan pagar un impuesto especial.
Ningún hotel de los que
hemos estado ofrecía servicio de lavandería por peso, tampoco fuera
del hotel. Solamente por piezas.
Transporte
Cada
año hay nuevos puntos de interés que se van añadiendo a la agenda
del viajero, con nuevas conexiones y más líneas de transporte.
Ahora hay varias compañías de buses, tanto de gobierno, como
privadas y es posible elegir hasta el tipo de bus en el que viajar,
según el presupuesto. La autopista que conecta Yangón con Mandalay
facilita las conexiones entre la mayoría de destinos del país.
También conviene saber que los números de los autobuses, de las casas, horarios... están escritos con el alfabeto birmano, por lo que siempre necesitaremos alguien que nos ayude con esto, o bien, aprendernos cómo se escriben en su idioma.
No
sabemos por qué ponen el aire acondicionado de los autobuses en
Myanmar a una temperatura tan baja. Hace mucho mucho frío. Los
birmanos se suben con chaquetones y nosotros llevamos toda la ropa de
abrigo que teníamos encima.
Los
autobuses nocturnos tienen un horario extraño, la hora de salida es
demasiado pronto para la duración del viaje, de modo que llegan al
destino a las 3 o 4 de la madrugada. Sin embargo, esto viene bien
para conseguir alojamiento económico en las ciudades más visitadas
(esperando a que se queden habitaciones libres).
Otra
opción es ir en los buses por la mañana, pero en la época seca,
cuando nosotros hemos ido, las
vistas no son bonitas desde las carreteras.
Comidas
Aunque
en cada entrada especificamos más, dejamos aquí algunos datos.
Hay
sitios de comida local con carta en inglés en todas las ciudades y
alguno suele hablar un poco de inglés. Un plato de arroz frito puede
costar 1.000-1.500 kyats. Una lata de refresco 600 kyats.
Abundan
los tea-shops. Son unos teterías-cafeterías "muy locales"
donde hacen un té con leche muy parecido al teh tarik. La taza pequeña cuesta 200-300 kyats. Aquí tambiés
es posible tomar samosas, chapati, roti o una especie de churros
(porras de masa frita), a 100 kyats cada uno.
En
la mayoría de restaurantes locales hay teteras de té chino gratis,
que es habitual tomarlo a todas horas.
Puestos
de comida callejeros vimos por prácticamente todas las calles, pero
no tan apetecibles como en Tailandia.
Publicaremos información sobre cada ciudad visitada. En cualquier caso, si quieres más información, puedes dejarnos un comentario más abajo.
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DESCARGAS
Entrada completa en PDF, para llevarla en tu smartphone o tablet.
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me teneis enganchada a las entradas del blog. magnifico trabajo chicos! un beso y un abrazo fuerte.
ResponderEliminarA ver si os animáis y nos hacéis una visita a algún sitio! Ahora que tenemos mejor conexión seguiremos publicando más entradas y podrás seguir enganchada a nuestros viajes! besos!
EliminarHola.
ResponderEliminarEstoy preparando mi viaje para a Myanmar. 14 días por el país, así que espero leeros pronto todo lo que tengáis que contar...
Gracias.
Carlos
Hola Carlos, estamos subiendo las entradas poco a poco. Entra en la web en los próximos días y mira dentro del menú de Myanmar.
EliminarSeguro que te encanta el viaje!