Nos
vamos a las tierras altas del centro de Sri Lanka, a casi 2.000
metros de altitud. Allí, las montañas más elevadas del país
cambiaron en el siglo XIX sus bosques por plantaciones del que dicen
que es el mejor té del mundo. Tu sobrecito de Lipton de esta mañana
puede que haya sido cultivado en estas montañas.
El cultivo de té de
forma masiva llegó a la isla cuando las cosechas de café se vieron
mermadas por las plagas en el siglo XIX. El primer té de Sri Lanka
fue cultivado por James Taylor al sureste de Kandy en 1867. Pronto
descubrieron que la temperatura, la altitud y las tierras eran
perfectas para producir buen té. En la década de 1870 este té
llegó a los mercados de Londres y desde entonces los bosques de las
tierras altas fueron talados y reemplazados por cultivos de té
buscando cubrir la gran demanda que se estaba produciendo.
Fue en esos años cuando
Thomas Lipton pensó que mejor saltarse los mercados mayoristas de té
de Londres y comprar plantaciones directamente donde éste se
producía con mejor calidad: Sri Lanka. Así inició su éxito
internacional. Como él, otros muchos se enriquecieron con el
comercio del té srilanqués.
Actualmente Sri Lanka
es uno de los mayores productores de té, exportándolo a todo el
mundo, que reclama el Ceylon tea, como el mejor. El té
representa el 15% de la economía de Sri Lanka.
Nuwara Eliya es una
ciudad de alta montaña situada a 1.890 metros de altitud y con una
población de unos 26.000 habitantes, que en gran medida se dedican a
actividades relacionadas con el turismo o la recolección de té.
La
ciudad nos recordó a Tanah Rata, en Cameron Highlands, en Malasia,
pero Nuwara Eliya es mucho más grande y la industria del té
parece ser aquí todavía más importante que en el pueblecito de
Malasia. Nuwara Eliya son tres o cuatro calles con mucho tráfico,
rodeadas de montañas repletas de plantaciones de té.
Para imaginar el paisaje
de Nuwara Eliya, hay que tener en cuenta que, cuando vieron que en
esas tierras se podía cultivar té, las grandes marcas
internacionales empezaron a talar árboles en las tierras altas de
Sri Lanka y a cultivar té, dejando solamente algunas montañas
con su vegetación intacta. El caso es que ver montañas a tanta
altitud repletas de té crea un panorama muy bonito, con tanto brillo
y tantos tonos de verde.
En la época que
estuvimos el sol calentaba durante el día la ciudad, pero por la
noche refrescaba y hacía mucho frío. Nos pareció un buen lugar
para equiparnos con ropa de abrigo,
no solo para los días que estuvimos allí, que también nos sirvió,
sino para nuestro próximo viaje a Nueva Zelanda. Es curioso
encontrar ropa que parece no ser imitación, que según nos contaron
son restos de marcas extranjeras que fabrican en Sri Lanka (con mano
de obra muy barata). Así, era fácil encontrar forros polares de
marca Quechua o Columbia, a
precios más económicos que en España.
Esos días vimos muchas
banderas por toda la ciudad, y es que el 4 de febrero es el día de
la independencia en Sri Lanka, en la zona del Victoria Park habían
montado algunas casetas para la celebración.
Queríamos ir al Victoria
Park, unos jardines muy cuidados que nos habían recomendado,
pero no nos pareció nada que no hubiéramos visto ya y no quisimos
pagar la entrada, que se ha multiplicado por cinco respecto al año
pasado. En su lugar, fuimos al Gregory Lake, donde
supuestamente también hay que pagar por entrar. Nosotros fuimos por
la tarde y entramos por donde había muchos jóvenes jugando al
cricket. No pagamos nada. Luego vimos que por donde entran los
extranjeros hay montado un bar e incluso alquilan hidropedales y
motos de agua (no pega nada con lo tranquilo que es el lago). Lo que
nos gustó del sitio es estar un rato viendo cómo juegan los
srilanqueses al cricket y tocan unos timbales para animar a su
equipo.
En todas las guías
recomiendan el trekking a Horton Plains, pero una vez más,
nos salimos de lo típico y nos ahorramos casi
20$ cada uno. En su lugar, nos dimos una buena caminata en las
montañas de Nuwara Eliya (abajo lo contamos), y también en la
siguiente parada, en Ella.
En las guías de viaje y
en la oficina de turismo nos recomendaron ir con un guía por las
montañas hasta el Single Tree pues era posible que nos
perdiésemos. Nosotros nos arriesgamos y fuimos por nuestra cuenta,
siguiendo las indicaciones que nos dieron en el guesthouse y, sobre
todo, preguntando. Nos equivocamos en alguna ocasión pero,
finalmente, hicimos el recorrido previsto.
A las 8 de la mañana salimos del guesthouse, en la montaña detrás de la ciudad. Seguimos por la carretera hasta desviarnos por mitad de las plantaciones de té. Tras un rato imaginándonos por dónde llegar a la carretera atravesamos varias colinas y subimos a la carretera. Desde ahí, necesitábamos subir hasta las aldeas Calapura y Santhipura, más elevadas todavía que Nuwara Eliya. Ese trayecto fue el de mayor pendiente del día. No habíamos desayunado, tras dos horas caminando encontramos un sitio muy cutre para tomar un milk tea, unos string hoppers y unos roscos de ulundu en Santhipura. Luego retrocedimos hasta el cruce a Calapura y, tras atravesar esta aldea, debíamos encontrar el sendero hasta el Single Tree. Aquí empieza un camino atravesando un bosque por el que no sabíamos si llegaríamos a nuestro destino. El último tramo del sendero transcurre al lado de unas tierras de cultivo. Ya por fin, llegamos a una casa donde una familia nos indicó el camino, subiendo la última montaña. Se puede llegar directamente a este punto caminando por la carretera hacia el sur de la ciudad y subiendo por la calle Haddon Hill Road. Hay que acordarse de llevar agua, nosotros apenas llevábamos y no encontramos agua embotellada hasta que volvimos a Nuwara Eliya.
Resulta que el Single Tree es realmente un templo, o mejor dicho, un poco de cemento y una figura de Buda que han hecho bajo dos o tres árboles que se han salvado de la tala en esa montaña. Está a una altitud de 2.100 metros. Se puede continuar un poco más para llegar hasta las torres de comunicaciones. Tras ellas hay un camino asfaltado entre otras plantaciones de té hasta la carretera que regresa a Nuwara Eliya.
Es posible subir el
Pidurutalagala,
el pico más alto de Sri Lanka con 2.524m, pero está cortado
el acceso hasta la cima. El Single Tree, es el punto más elevado de
la zona, después del Pidurutalagala.
¿Cómo llegamos a
Nuwara Eliya?
Se puede llegar a Nuwara
Eliya en bus desde Kandy, sin embargo, lo habitual es ir en tren y
disfrutar del paisaje gracias a que transcurre muy lento en un
entorno espectacular. Así lo hicimos y no pudimos apartar la mirada
de la ventana en todo el trayecto. Nos subíamos a un tren que
parecía sacado de una película de principios del siglo pasado.
Es
la línea principal de tren de Sri Lanka, que une Colombo con
Badulla. En el trayecto desde Kandy hasta Ella no es fácil conseguir
ticket con reserva (además de ser muy caro) pues se juntan montones
de extranjeros y srilanqueses. Y según el día, en los vagones sin
numerar, no es fácil ir sentado.
Así fuimos nosotros:
- Tren Kandy – Nanu Oya. 2ª clase sin numerar. 160Rs. Sale a las 8:40. Tarda casi 5 horas.
- Bus Nanu Oya – Bus station Nuwara Eliya. 24Rs. 9km. Este bus local hace de conexión entre Nanu Oya y Nuwara Eliya. Todos los locales se suben aquí. No podía ir más lleno.
Desde
Kandy, en 1ª, 2ª y especial (vagón panorámico) hay posibilidad de
reservar. Lo intentamos el día antes y estaba todo completo. Como
dice en la Lonely y en otros blogs, en casos así, se puede hablar
con el "Station Master", el precio que nos pidió este
hombre por una "reserva especial" era desorbitado.
Pensamos
que sería horrible ir sin reserva, pero todo lo contrario. A las
7:30 del día siguiente estábamos en la taquilla (no es posible
comprar el ticket sin reserva el día antes). Como sabíamos que el
tren vendría ya casi lleno, nos informamos a qué altura del andén
quedaba la segunda clase sin numerar y, con suerte, aprovechamos que
una pareja de srilanqueses se bajaba para ocupar su sitio hasta
Nuwara Eliya. Otros extranjeros tuvieron que ir todo el tiempo de
pie.
El
ticket es un cartoncito muy cutre con una numeración, es fácil
perderlo y, en vez de revisarlo dentro del tren, lo piden al salir de
la estación.
Alojamiento
Coincidimos
con muchos turistas chinos (de vacaciones por el Nuevo Año Chino) en
el tren y pensamos que los alojamientos estarían más caros, así
que nos subimos en un tuctuc con el dueño del Little Heaven, un
guesthouse de 3 habitaciones en la montaña, al norte de Nuwara
Eliya. Esta zona tiene la ventaja que es más tranquila todavía,
pero hay que subir por la carretera unos 20 minutos (o subir a un
tuctuc por 100Rs).
La
habitación estaba muy limpia y la cama era muy cómoda, pero para el
frío que hace en Nuwara Eliya no estaba bien aislada y por la noche,
pasamos frío. Pagamos 1.700Rs por habitación doble, baño dentro
con agua caliente. Con WIFI.
En
la misma zona hay algunos resorts mucho más caros, incluso han
construido un campo de golf. La carretera hacia nuestro guesthouse
pasa por mitad de uno de los hoyos y coincidimos con extranjeros
esperando a que pasáramos para lanzar la bola.
Comidas
Hay
varios hoteles (en Sri Lanka, usan la palabra Hotel en los letreros,
en vez de Restaurante) locales, de curry con arroz, arroz frito,
dosas y rotis. Fuimos siempre al Ambaal's Vegetetarian Hotel, siempre
lleno de locales. Las dosas están muy buenas y a buen precio (y glutenfree).
El
mercado está en la galería que hay al lado de la estación. Es solo
un callejón, compramos fruta a buen precio. Además, hay varios
supermercados (también hay un Food City).
RESUMEN DE GASTOS
(media diaria por persona)
Alojamiento:
850Rs (4,77€)
Comida
y bebida: 660Rs (3,71€)
TOTAL:
1.510Rs (8,48€)
Estuvimos en Nuwara
Eliya del 2 al 4 de febrero de 2014
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