Para sentir que has visitado plenamente Melbourne, deberías haberte sentado en un callejón pintado con grafitis, entre rascacielos y haberte tomado un café calentito para recuperarte del frío. Tras el café, subirte a un tram para llegar a Federation Square. Así comenzamos nuestra visita a Melbourne.
La ubicación de la moderna Melbourne es voluntad de Jonh Batman, su fundador, que desde Tasmania compró a los aborigenes una región en la desembocadura del río Yarra. Batman, no imaginaría que 150 años más tarde sería la segunda ciudad más importante de Australia. Centro de negocios y rascacielos pero, también, ciudad alternativa y llena de vida social.
En la actualidad es una de las ciudades más caras para vivir, incluso más que Nueva York y, durante la Fiebre del Oro, fue la más rica del mundo coincidiendo con la época victoriana de Inglaterra. De esos años son fruto bellos edificios como la Casa del Parlamento, los teatros Princess, Regent y Her Majesty, el Palacio Real de Exhibiciones, la estación de ferrocarril de Flinders Street o la Biblioteca Estatal.
Los melburnianos y
visitantes usamos a diario los tranvías (llamados
trams). Nos resultaron muy cómodos para movernos por el centro,
especialmente la línea 35, que es gratuita. Mientras que muchas
ciudades del mundo ya han quitado sus líneas de tranvía, las de
Melbourne siguen intactas y se considera la red de tranvía urbano
más grande del mundo.
Como si fuera una gran
capital europea, los melburnianos son expertos cafeteros. No hay nada
más especial y necesario cada mañana en Melbourne que una taza de
café. No una, sino dos, tres... Y no será por cafeterías, que las
hay en cada esquina, desde la avenida más grande, hasta el callejón
más escondido. Pero cada uno tiene su propio barista favorito. Eso
sí, no esperes pagar menos de 4$ (unos 2,75€) por el café más
barato.
Entre rascacielos, en las
estrechas callejuelas tiene lugar toda la vida al aire libre
característica de Melbourne. Encontrarás cafeterías, bares y todo
el ambiente de la ciudad. Aquí, hasta la que pudiera parecer la
puerta trasera de un restaurante, es un bar de estilo retro donde
puedes entrar a curiosear y si te gusta, quedarte a resguardarte del
frío invierno.
En Melbourne, los
grafitis de los oscuros callejones son más que grafitis y se les
considera arte callejero. Entre café y café, avenida y avenida,
paseamos por Hosier Lane, Degrave Street, Rutledge Lane y otras
calles de la ruta de los grafitis. Además de rascacielos, coches y
trajín de personas, cerca del centro están los Royal Botanic
Gardens. Allí desconectamos del acelerado ritmo urbano y nos
relajamos caminando por estos cuidados jardines. Más abajo hay un
bonito lago, a orillas del río Yarra.
Melbourne es una ciudad
completamente llana, el paraíso del ciclista. Se puede llegar a
prácticamente cualquier sitio en bicicleta, gracias al reciente
programa de ampliación de carriles bici. Más bicis, más trams y
menos motos, permiten una mejor calidad del aire. Aunque aire, mucho
aire es el que corre por sus calles. Sería un verdadero paraíso
para el ciclista si no fuera por el tiempo, muy ventoso y frío en
invierno. Pasamos frío especialmente cuando fuimos a Docklands, la
lujosa zona del puerto de Melbourne, en la desembocadura del río
Yarra.
En Melbourne nos alojamos
con couchsurfing, en casa de unos amigos uruguayos. Como estaba en
pleno centro, cerca del Crown Casino, llegamos caminando a casi todos
los lugares, o subiéndonos en el tranvía gratuito (línea 35).
Puede que tengamos
especial predilección por visitar mercados, por lo que nuestra
valoración de una ciudad gana puntos si tiene un mercado que nos
guste. Es el caso de Melbourne, y el Queen Victoria Market. Un
cuidado mercado, con puestos de alimentos y deliciosa comida ya
preparada deliciosa.
Yarra Valley
Al este de Melbourne, en Yarra Valley, nos quedamos una semana con helpx. Esta zona residencial es muy conocida en toda Australia por sus bodegas de vino. Varias montañas rodean el valle, entre ellas el Mount Dandenong, donde pensamos haber subido, si hubiéramos tenido algún día despejado.
Nuestro host de helpx nos llevó de visita por las bonitas carreteras del valle hasta la Chocolatería y Heladería Belga, muy apreciada por los melburnianos y al Healesville Sanctuary. Éste es un centro de protección de animales, muy diferente a un zoo convencional pues los animales están libres en su entorno natural. Aquí vimos de cerca koalas, canguros, wombats, ornitorrincos, emus y disfrutamos con el show de aves, según dicen, de los mejores del mundo.
Estuvimos en Melbourne y Yarra Valley del 2 al 13 de julio de 2014
DESCARGAS
Entrada completa en PDF, para llevarla en tu smartphone o tablet.
No hay comentarios :
Publicar un comentario