Nos acercamos a la costa peruana atravesando un paisaje desértico y muy sucio. Pero el desvío
hasta Chiclayo realmente fue justificado cuando visitamos el Museo de
las Tumbas Reales de Sipán, probablemente el más interesante de toda nuestra vuelta al mundo.
En el recorrido en
autobús desde Cajamarca a Chiclayo, cuando pasamos por Guadalupe,
nos quedamos aterrados cuando, en medio del paisaje extremadamente
seco, atravesábamos dunas de arena, porquería y mucho plástico. De
lejos, brillaban con el sol y era imposible no pensar en la imagen
tan común de la familia peruana en el carro comiendo papas
fritas de bolsa o chocolatinas Sublime y tirando el envoltorio por
la ventanilla automáticamente, como un acto reflejo. Ya nos habíamos
percatado de la poca conciencia ambiental que existe en Perú, pero
es que en esta zona es todavía más evidente: un puñado de casas de
adobe y unos metros más adelante montañas de basura a modo de
vertedero familiar.
Luego, al llegar a
Chiclayo el aspecto sigue siendo seco y poco cuidado, pero se
disimula en sus calles repletas de tiendas de cualquier género
y mucha gente caminando o manejando sin piedad calle arriba y
calle abajo.
Centrémonos un momento
en la ciudad de Chiclayo, a 13 kilómetros del Pacífico y unos 770
kilómetros, por la carretera de la costa, hasta Lima. Tras la
capital, Arequipa y Trujillo, Chiclayo es la cuarta ciudad más
extensa y más poblada del Perú, con cerca de 600.000 habitantes.
Donde actualmente se encuentra la ciudad vivieron diversas etnias
que, en 1585 terminaron donando parte de sus tierras a los
franciscanos para levantar un convento y una iglesia donde
evangelizar a los nativos.
Pero lo realmente
interesante y motivo de nuestra visita a Chiclayo sucedió antes
de la época precolombina pues, cerca de Chiclayo y en toda la costa
peruana se desarrolló la civilización Moche o Mochica, entre los
siglos I y VIII. Se trataba de una civilización avanzada con
conocimientos hidráulicos suficientes como para irrigar las secas
tierras de la región con el escaso suministro de agua disponible.
Su nivel de desarrollo quedó reflejado en su orfebrería y cerámica, donde representaban escenas que han permitido ampliar el conocimiento sobre esta interesante cultura, que se cree desaparecida a consecuencia del Fenómeno de El Niño. Después de los Mochicas, apareció en la zona la civilización Sicán, o Lambayeque que perduró con los conocimientos adquiridos de los Mochicas hasta más allá del siglo XII.
Y la mejor forma de
conocer la civilización Moche es visitar el Museo de las Tumbas Reales de Sipán, uno de los museos más educativos, interesantes
y mejor instalado que hemos visitado en nuestro viaje por el mundo y
para algunos el mejor museo de toda Sudamérica.
Este extraño edificio,
de diseño muy moderno, dicen, inspirado en las antiguas pirámides
truncadas de los Mochica, contiene la colección de objetos
arqueológicos de oro, plata y cobre, provenientes de la tumba del
Señor de Sipán, en el Complejo arqueológico de la Huaca Rajada.
Además de explicar toda la historia de la civilización Mochica y
la composición y todo los detalles de las Tumbas de Sipán.
Se inauguró en el 2002,
siendo su principal atractivo la tumba del Señor del Sipán,
encontrada intacta en 1987. Precisamente este museo es tan
interesante pues contiene casi la totalidad de lo que originalmente
se encontraba en la Huaca Rajada, pues solamente fue saqueada una de
las tumbas y no era la del Señor de Sipán, ni de las más
importantes.
El museo tiene tres
plantas, encontrándose en la segunda la réplica exacta de la cámara
funeraria del Señor de Sipán. También se pueden observar todo el
atuendo, cerámicas, joyas y otras piezas de oro y plata que se
hallaron en su tumba. Así como de las otras tumbas de la Huaca
Rajada, pertenecientes a otros señores de Sipán, guerreros,
sacerdotes y personajes destacados de la civilización Mochica.
El museo está situado en
Lambayeque, a doce kilómetros de Chiclayo. Se puede ir al Museo sin
necesidad de agencia, tomando un taxi colectivo en Luis Gonzales,
cerca del supermercado Metro. Cuesta 1,50 soles por persona y
trayecto. La entrada al museo es 10 soles.
En el Complejo
arqueológico de Huaca Rajada estaba originalmente todo lo que
ahora se encuentra en el Museo de las Tumbas Reales de Sipán. Su
visita es complementaria para captar completamente la idea, pero está
muy destruido y nos imaginamos mejor cómo debía ser con las
ilustraciones y las fotos aéreas que vimos en el museo. Aunque no
fuimos, te informamos que se puede ir en transporte público, pero
está al lado contrario del museo, a 35 kilómetros de Chiclayo.
Entrada 10 soles.
También se puede visitar
el Complejo arqueológico de Túcume, de la cultura Lambayeque, posterior a los Mochica. Es enorme, unas 220 hectáreas
con 26 edificios, plazas, patios, canales, murallas fruto de una
civilización con estructura social compleja. Túcume era el jerarca
que sucedió a Naylamp. Evidentemente, al igual que la Huaca Rajada y
otros complejos arqueológicos de adobe es el que cabe esperar
después de mil años de su construcción. Nosotros no fuimos. El
precio de la entrada es 8 soles.
Alojamiento
El alojamiento es caro en
Chiclayo. Desde el paradero de la compañía de autobús El Cumbe
tomamos un taxi (4 soles) para que nos llevara a varios hoteles,
hasta que encontramos el que más nos convenció. Nos quedamos en el
Hotel El Encanto por 40 soles la noche en habitación doble, baño
privado y WIFI. Está en Avenida Sáenz Peña.
Comidas
No es fácil comer sin gluten en Chiclayo. Al menos, en los dos días que estuvimos aquí no
encontramos nada recomendable. Juan se alimentó a base de frutas,
huevos de codorniz y tamales (preguntando a una señora que los
vendía cerca del mercado). Mucho pollo broster (empanado) o asado
con maggi y cerveza. Mucho restaurante lleno de gente y con poca
intención de escuchar al gringo celiaco.
¿Cómo llegamos a
Chiclayo?
- Moto-taxi hasta el óvalo Bolognesi (rotonda Bolognesi), hasta la compañía de autobuses El Cumbe. 2 soles.
- Autobús Cajamarca – Chiclayo. 20 soles. Unas 4 horas y media. Los autobuses de la compañía El Cumbe salen a las 7am, 11:30am, 3pm, 9:30pm y 11pm.
- Taxi buscando alojamiento en el centro de Chiclayo. 4 soles.
RESUMEN DE GASTOS
(media diaria por persona)
Alojamiento: 20 soles
(5,48€)
Comida y bebida: 17 soles
(4,66€)
TOTAL: 37 soles (10,14€)
Estuvimos en
Chiclayo el 10 y 11 de noviembre de 2014
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