Antes de seguir nuestro
recorrido hacia el Norte, nos desplazamos desde Damnoen Saduak a
Kanchanaburi. Esta tranquila ciudad fue campo de
prisioneros de la Segunda Guerra Mundial, junto a ella se encuentran
el conocido puente sobre el río Kwai, el Hellfire Pass y las vías
del tren construidas por los prisioneros de guerra.
Kanchanaburi está a 130 kilómetros de Bangkok, situada en la convergencia de los ríos Kwai Noi y Kwai Yai en el Mae Klong. Un destino muy habitual de viajeros que se desplazan unos días desde Bangkok para visitar los puntos de interés en los alrededores de la ciudad.
Cuando estuvimos en Kanchanaburi, cada tarde, después de las 15:00, teníamos que esquivar las fuertes lluvias. No podíamos hacer nada más
que esperar pues llovía tanto que las calles se inundaban.
Para cada una de las
visitas que planificamos teníamos que
desplazarnos hasta la estación de autobuses y, como salían muy temprano, preferimos tomar una moto-taxi (en esta ciudad son motos con una plataforma a la izquierda para
pasajeros) y ahorrarnos los 30 minutos caminando hasta la estación.
Junto a la calle
principal (Th. Soengchuto), desde el primer desplazamiento entre la
estación y el guesthouse, vimos el cuidado y amplio Allied War Cemetery de soldados de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo, australianos, holandeses e ingleses.
Nos gustaron mucho las cataratas Erawan,
a 65 km de Kanchanaburi. Aunque había demasiados turistas,
especialmente locales y rusos, pasamos un día muy entretenido
subiendo a cada uno de los 7 niveles de las cascadas. Entre cada
nivel hay unas pozas de agua muy limpia donde nos bañamos. Los
peces que utilizan en algunas tiendas para limpieza de pies viven en
estas aguas, aunque algo más grandes. Nos dejaron los pies
impecables!
El Parque Nacional de
Erawan, de 550 kilómetros cuadrados, fue fundado en 1975 y su
principal atractivo son sus cascadas. Erawan es el nombre en
tailandés para Airavata, el elefante blanco de tres cabezas de la
mitología hinduista. Las cascadas en 7 niveles dicen representar a
dicho elefante.
En total, las cataratas
tienen 1.500 metros de altura, divididos en 7 saltos de agua. Los niveles inferiores no tienen tanta caída. Sin embargo,
nos encantó el agua tan limpia cayendo sobre las piscinas naturales
de color azul turquesa y tanta vegetación alrededor.
Para llegar:
- moto-taxi hasta la estación de autobuses (50B – 1,22€, dos personas)
- bus 8170. Primer bus a las 8:00. Tarda dos horas, el último en volver de las cataratas es a las 16:00. Conviene subir al primer bus para tener más tiempo en las cataratas. 50B (1,22€) por persona y trayecto. Hay algunos restaurantes para comer en el parking de las cataratas.
- Entrada: 200B (4,88€).
Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses quisieron
conectar por ferrocarril Thanbyuzayat, en Birmania, con Nong Pladuk, en Tailandia, por ser una línea más segura que la marítima para
transportar armamento a Birmania. Era muy complicado pues transcurría
por un terreno muy accidentado en mitad de la selva. Utilizaron como
mano de obra a los prisioneros de guerra (aliados y birmanos,
malasios y tailandeses), obligados a trabajar en condiciones
infrahumanas, hasta la muerte. Las vías tendrían 415 kilómetros y
se empezaron a construir por ambos extremos en octubre de 1942. Tan solo un
año después la completaron. Tras tanto esfuerzo solo se
usaron desde octubre de 1943 hasta junio de 1945. Posteriormente, casi
todo el trazado caería en desuso y sería invadido por la vegetación. En la foto se aprecia el área que recorría, con las montañas de Birmania al fondo.
En abril de 1943
comenzaron a perforar el Konyu Cutting de 73 metros de largo y 25 de
profundidad, que prefirieron llamar Hellfire Pass por ser el corte
más profundo en la montaña y en el que más personas perdieron la
vida (700). No paraban de trabajar
bajo ningún concepto y por la noche, iluminados por lámparas de
gasoil, las sombras de los guardias les aterrorizaban, por este motivo le llamaron el Corte del Infierno, o Hellfire Pass.
Financiado por los
australianos, el Hellfire Pass es ahora un recinto especial vigilado
por militares en el que se ha construido un museo muy interesante donde muestran el sufrimiento de los aliados en la construcción de la
línea Birmania – Tailandia. Bajando del museo por unas escaleras han despejado la vegetación y preparado algunos kilómetros del recorrido del ferrocarril. Está muy bien
señalizado con carteles informativos. Caminamos un rato hasta el
Hintok Road y regresamos.
Como en todo lo
relacionado con las Guerras, en este museo parece tener más
importancia la vida de los aliados que la de la población asiática.
Solo en uno de los cartelitos del museo se hacía referencia a que
200.000 locales fueron forzados a trabajar y solo 60.000 prisioneros
aliados. Del mismo modo solo murieron 12.399 aliados, frente a los
90.000 asiáticos.
Para llegar:
- moto-taxi hasta la estación de autobuses (50B – 0,98€, dos personas)
- bus 8203. Cada 30 minutos. Tarda dos horas. Pedimos al revisor que nos avisara cuando debíamos bajar. Nos dejó en la carretera principal, en la entrada al recinto.
- Al volver a Kanchanaburi queríamos ver el puente sobre el río Kwai, así que decidimos coger el bus muy temprano. 50B (1,22€) por persona y trayecto. Bus de regreso en la carretera principal, en el otro sentido. Último a las 17:00.
- Entrada gratuita.
El acceso está pensado
para autobuses de paquetes turísticos que incluyen su visita, abren
la barrera de la carretera principal y paran en el parking junto al
museo. No vimos a nadie más que llegase con autobús público.
Puente sobre el Kwai
Del mismo modo que todo
el ferrocarril Birmania – Tailandia, el puente sobre el río Kwai
también es fruto del sufrimiento que los japoneses y los coreanos
dieron a los prisioneros de guerra. Se hizo famoso por la películade David Lean de 1957, aunque curiosamente el puente que sale en
la película no es el real, pues ni fue rodada en Tailandia, sino en
Sri Lanka.
El mismo día que fuimos
al Hellfire Pass, en el bus 8203 de regreso pedimos que nos parasen
en las afueras de Kanchanaburi, en la carretera principal, justo
después el Stadium, a un kilómetro del puente. Una vez visto el
puente volvimos caminando hasta la zona de guesthouses (una media
hora).
No nos gustó mucho, pues
quitando su historia y la fama que le dio la película no tiene más
destacable. Es solo un reclamo turístico, con un parking enorme
donde paran muchos tours turísticos al día. Muchísimas tiendas de
souvenirs. Vimos también tiendas de joyas y otros artículos que
nada tenían que ver con el lugar. Solo un tramo de la línea sigue
funcionando, entre Kanchanaburi y Nam Tok.
¿Cómo llegamos a Kanchanaburi?
- bus Damnoen Saduak – Nakhom Pathom. Nos bajamos junto al Phra Pathom Chedi, el más alto del mundo. Bus 78. 45 minutos. 41B (1€).
- En frente de la entrada principal esperamos el bus hasta Kanchanaburi. Bus 81. Dos horas. 45B (1,10€).
- Sawngthaew hasta zona guesthouses. 25B (0,61€).
Alojamiento
Nos quedamos en el Blue
Star GH, en un callejón de Th. Mae Nam Khwae. Baño privado, agua
fría, wifi en restaurante. Bungalow muy básico sobre el río, para
dos personas por 200B (4,88€).
Comidas
Hay un mercadillo
nocturno al que no fuimos pues la lluvia no nos dejó. En la misma
calle de los guesthouses (Th. Mae Nam Khwae) hay varios restaurantes
de comida local. También en los restaurantes de los guesthouses,
pero son un poco más caros. Hay varios 7-Eleven y un Tesco.
RESUMEN DE GASTOS
(media diaria por persona)
Alojamiento: 100B (2,44€)
Comida y agua: 225B
(5,49€)
TOTAL: 325B (7,93€)
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