Myanmar es un país anclado en sus tradiciones y el de mayor arraigo a la religión budista que hemos visitado. Han pasado pocos años desde que se abrió al turismo y en la actualidad los conflictos han remitido. Es por esto que, todo viajero que quiera vivir realmente la experiencia de este país debería hacerlo cuanto antes.

La segunda ciudad más grande de Myanmar no es especialmente atractiva, con calles polvorientas y mucho tráfico. Sin embargo, es un buen punto de partida para visitar las antiguas ciudades imperiales.

Situado a 900 metros de altitud, entre las montañas del centro de Myanmar despedimos el 2013 en esta enorme balsa de agua de más de 110 km². Es mágico avanzar atravesando la niebla hasta que, en medio del lago, el sol se abre paso y aparecen los pescadores guardando el equilibrio en sus barquitas de madera. Más especial todavía fue este momento por ser el primer amanecer de este 2014.

Muchos viajeros que nos encontramos nos lo decían: "Myanmar es el país que no os podéis perder, pero el más caro y difícil de organizar". Así fueron los preparativos y nuestra llegada a Yangón.

Para entrar en Myanmar es necesario obtener la visa antes de llegar al país, la visa de turista permite estar en el país durante 28 días. No es complicado obtenerla, aquí dejamos toda la información.