Cartagena de Indias, Colombia

Una mezcla de sensaciones nos llevamos de esta ciudad de la costa caribeña de Colombia. Recorrimos todas las calles del centro de bellos edificios coloniales, caminamos fijándonos en los pequeños detalles, observando a su gente, y no nos perdimos ninguna puesta de sol desde la muralla, detrás del barrio de San Diego.





Santa Marta, Palomino y Tayrona

La siguiente parada de nuestra ruta fue en el Caribe colombiano, en Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia, que elegimos por ser la ubicación perfecta para ir al Parque Nacional del Tayrona, el paraje natural más importante y conocido del país.

A continuación, todo lo que necesitas saber para visitar Santa Marta, Palomino y el Tayrona.


San Gil, Barichara y Curití

Dicen que las ciudades más bonitas del país y las que nadie debe perderse son Villa de Leyva y Barichara, pues han respetado y mantenido su característico aspecto colonial. Como andaluces que somos, al caminar por sus empinadas calles rápidamente nos sentimos trasladados a algún pueblo de montaña de Andalucía, con el suelo empedrado, casas de muros gruesos con fachadas de cal blanca y tejados marrones de teja. Puertas y ventanas abiertas desde las que se ve el salón con la tele encendida y niños jugando en el suelo. Huele a pan recién hecho y, al mediodía, el olor a guiso nos hace imaginar a una señora preparando el almuerzo en su cocina.



Villa de Leyva

Villa de Leyva es uno de nuestros rincones favoritos de Colombia. Aunque solo pudimos disfrutar de este lindo pueblo durante tres días, nos hubiéramos quedado muchos más, pues con su arquitectura colonial, su inmensa plaza, su mercado, la calidez de sus habitantes y un estilo de vida tranquilo nos cautivó.


Bogotá, Colombia

¡Comienza nuestra aventura por Sudamérica! Hemos sobrevivido a tres días de avión y despertado en una ciudad encantadora. No sería fácil describir Bogotá en solo un párrafo de introducción, así que solo te adelantamos que es fácil olvidar su pasado de ciudad peligrosa con lugares como Monserrate, las calles coloniales y museos de La Candelaria y con la amabilidad de su gente. Pero no solo eso, sigue leyendo, que te contamos por qué nos gustó tanto Bogotá.


Llegamos a Colombia

Se acabó hablar inglés, en Sídney dejamos los G'day mate, los good on you y los no worries australianos, ahora en Colombia nos regalan hasta un permisito, a la orden nos ofrecen un tintito y nos desean que su merced esté bien.